domingo, 1 de julio de 2018

U.D. 9 ¡EXTRA, EXTRA! ¡EL TEATRO ESPAÑOL CONTINÚA!

TEXTOS PERIODÍSTICOS




Ahora completa el cuadro con un titular de cada sección, apuntando el periódico y la fecha del mismo.




OPINIÓN

ESPAÑA

OBITUARIOS

ECONOMÍA

SOCIEDAD

DEPORTES

PROVINCIA

CULTURA


Vamos a leer: 

Dimite el vicerrector de estudiantes de la Universidad de Extremadura por la filtración de exámenes de Selectividad

Junto a Ciro Pérez, que también es presidente de la Comisión Organizadora de la EBA, deja su cargo el presidente del tribunal calificador, Javier Benítez


https://politica.elpais.com/politica/2018/06/11/actualidad/1528733337_978008.html



El mal habla por sí mismo

¿Cómo puede plantearse que se dé voz a los agresores de La Manada cuando la víctima, para preservar su intimidad, debe callar?




https://elpais.com/cultura/2018/06/30/actualidad/1530352192_670062.html


CRÓNICA DEL ESPAÑA-RUSIA · OCTAVOS DE FINAL DEL MUNDIAL
Un engendro de la A a la Z (1-1)

  • España dice adiós al Mundial de forma precipitada al pagar ante Rusia todas las cosas que hizo horrible.

https://www.diariodesevilla.es/mundial_2018_rusia/Espana-adelanta-Rusia_0_1259574621.html


TEATRO DE POSGUERRA

 (La batalla hace furor. Se oyen tiros, bombazos, rá­fagas de ametralladora. ZAPO, solo en escena, está acurrucado entre los sacos. Tiene mucho miedo. Cesa el combate. Silencio. ZAPO saca de una cesta de tela  una madeja de lana y unas agujas. Se pone a hacer un jersey que ya tiene bastante avanzado. Suena el tim­bre del teléfono de campaña que ZAPO tiene a su lado.)

ZAPO.-Diga... Diga... A sus órdenes mi capitán... En efecto, soy el centinela de la cota 47... Sin novedad, mi capitán... Perdone, mi capitán, ¿cuándo comienza otra vez la batalla?.. Y las bombas, ¿cuándo las tiro?.. ¿Pero, por fin, hacia dónde las tiro, hacia atrás o ha­cia adelante?..  No se ponga usted así conmigo. No lo digo para molestarle... Capitán, me encuentro muy solo. ¿No podría enviarme un compañero?.. Aunque sea la cabra... (El capitán le riñe.) A sus órdenes... A sus ór­denes, mi capitán. (ZAPO cuelga el teléfono. Refunfu­ña.)

 (Silencio. Entra en escena el matrimonio TEPÁN con cestas, como si vinieran a pasar un día en el campo. Se dirigen a su hijo, ZAPO, que, de espaldas y escon­dido entre los sacos, no ve lo que pasa.)

 
SR. TEPÁN.- (Ceremoniosamente.) Hijo, levántate y besa en la frente a tu madre. (ZAPO, aliviado y sorpren­dido, se levanta y besa en la frente a su madre con mu­cho respeto. Quiere hablar. Su padre le interrumpe.) Y ahora, bésame a mí. (Lo besa en la frente.)


ZAPO.-Pero papaítos, ¿cómo os habéis atrevido a ve­nir aquí con lo peligroso que es? Iros inmediatamente.

 

SR. TEPÁN.- ¿Acaso quieres dar a tu padre una lec­ción de guerras y peligros? Esto para mí es un pasatiem­po. Cuántas veces, sin ir más lejos, he bajado del metro en marcha.

F.Arrabal 


Historia de una escalera  [Antonio Buero Vallejo]
FERNANDO.- No. Te lo suplico. No te marches. Es preciso que me oigas... y que me creas. Ven.
(La lleva al primer peldaño.) Como entonces.
(Con un ligero forcejeo la obliga a sentarse contra la pared y se sienta a su lado. Le quita la lechera y la deja junto a él. Le coge una mano.)
CARMINA.-¡Si nos ven!
FERNANDO.- ¡Qué nos importa! Carmina, por favor, créeme. No puedo vivir sin ti. Estoy desesperado. Me ahoga la ordinariez que nos rodea. Necesito que me quieras y que me consueles. Si no me ayudas no podré salir adelante.
CARMINA.-¿Por qué no se lo pides a Elvira?  (Pausa. Él la mira, excitado, alegre.)
FERNANDO.- ¡Me quieres! ¡Lo sabía! ¡Tenías que quererme! (Le levanta la cabeza. Ella sonríe involuntariamente.) ¡Carmina, mi Carmina! (Va a besarla, pero ella le detiene.)
CARMINA.- ¿Y Elvira?
FERNANDO.- ¡La detesto! Quiere cazarme con su dinero. ¡No la puedo ver!
CARMINA.- (Con una risita.) ¡Yo tampoco!      (Ríen felices.)
FERNANDO.- Ahora tendría que preguntarte yo: ¿Y Urbano?
CARMINA.- ¡Es un buen chico! ¡Estoy loca por él! (Fernando se enfurruña.) ¡Tonto!
FERNANDO.- (Abrazándola por el talle.) Carmina, desde mañana voy a trabajar de firme por ti. Quiero salir de esta pobreza, de este sucio ambiente. Salir y sacarte a ti. Dejar para siempre los chismorreos, las broncas entre vecinos... Acabar con la angustia del dinero escaso, de los favores que abochornan como una bofetada, de los padres que nos abruman con su torpeza y su cariño servil, irracional...
CARMINA.- (Reprensiva.) ¡Fernando!
FERNANDO.- Sí. Acabar con todo esto. ¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar mucho, ¿sabes? Mucho. Primero me haré delineante. ¡Eso es fácil! En un año... Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en un pisito limpio y tranquilo. Yo seguiré estudiando. ¿Quién sabe? Puede que entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es incompatible con la otra, publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá mucho éxito...
CARMINA.- (Que le ha escuchado extasiada.) ¡Qué felices seremos!
FERNANDO.- ¡Carmina! (Se inclina para besarla y da un golpe con el pie a la lechera, que se derrama estrepitosamente. Temblorosos, se levantan los dos y miran, asombrados, la gran mancha en el suelo.)



SEGUNDO  FRAGMENTO
FERNANDO.-No es eso, Urbano. ¡Es que le tengo miedo al tiempo! Es lo que más me hace sufrir. Ver cómo pasan los días, y los años..., sin que nada cambie. Ayer mismo éramos tú y yo dos críos que veníamos a fumar aquí, a escondidas, los primeros pitillos... ¡Y hace ya diez años! Hemos crecido sin darnos cuenta, subiendo y bajando la escalera, rodeados siempre de los padres, que no nos entienden; de vecinos que murmuran de nosotros y de quienes murmuramos... Buscando mil recursos y soportando humillaciones para poder pagar la casa, la luz... y las patatas. (Pausa.) Y mañana, o dentro de diez años que pueden pasar como un día, como han pasado estos últimos..., ¡sería terrible seguir así! Subiendo y bajando la escalera, una escalera que no conduce a ningún sitio; haciendo trampas en el contador, aborreciendo el trabajo..., perdiendo día tras día...(Pausa.) Por eso es preciso cortar por lo sano.
URBANO.-¿Y qué vas a hacer?
FERNANDO.-No lo sé. Pero ya haré algo.
URBANO.-¿Y quieres hacerlo solo?
FERNANDO.-Solo.
URBANO.-¿Completamente? (Pausa.)
FERNANDO.-Claro.
URBANO.-Pues te voy a dar un consejo. Aunque no lo creas, siempre necesitamos de los demás. No podrás luchar solo sin cansarte.
Cuestiones.
1. Realiza el resumen del fragmento.
2. Establece la organización de ideas del fragmento.
3. Indica el tema de la composición








Tres sombreros de copa
PAULA. ¡Te casas, Dionisio!
DIONISIO. Sí. Me caso, pero poco…
PAULA. ¿Por qué no me lo dijiste…?
DIONISIO. No sé. Tenía el presentimiento de que casarse era ridículo… ¡Que no me debía casar…! Ahora veo que no estaba equivocado… Pero yo me casaba, porque yo me he pasado la vida metido en un pueblo pequeñito y triste y pensaba que para estar alegre había que casarse con la primera muchacha que, al mirarnos, le palpitase el pecho de ternura… Yo adoraba a mi novia… Pero ahora veo que en mi novia no está la alegría que yo buscaba… A mi novia tampoco le gusta ir a comer cangrejos frente al mar, ni ella se divierte haciendo volcanes en la arena… Y ella no sabe nadar… Ella, en el agua, da gritos ridículos… Hace así: «¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!» Y ella sólo ama cantar junto al piano El pescador de perlas. Y El pescador de perlas es horroroso, Paula. Ella tiene voz de querubín, y hace así: (Canta.) Tralaralá… piri, piri, piri, piri… Y yo no había caído en que lasvoces de querubín están llenas de vanidad y que, en cambio, hay discos de gramófono que se titulan «Ámame en diciembre lo mismo que me amas en mayo», y que nos llenan el espíritu de sencillez y de ganas de dar saltos mortales… Yo no sabía tampoco que había mujeres como tú, que al hablarnos no les palpita el corazón, pero les palpitan los labios en un constante sonreír… Yo no sabía nada de nada. Yo sólo sabía pasear silbando junto al quiosco de la música… Yo me casaba porque todos se casan siempre a los veintisiete años… Pero ya no me caso, Paula… ¡Yo no puedo tomar huevos fritos a las seis y media de la mañana…!
PAULA. (Ya sentada en el sofá.) Ya te ha dicho ese señor del bigote que los harán pasados por agua…
DIONISIO. ¡Es que a mí no me gustan tampoco pasados por agua! ¡A mí solo me gusta el café con leche, con pan y manteca! ¡Yo soy un terrible bohemio! Y lo más gracioso es que yo no lo he sabido hasta esta noche que viniste tú… y que vino el negro…, y que vino la mujer barbuda… Pero yo no me caso, Paula. Yo me marcharé contigo y aprenderé a hacer juegos malabares con tres sombreros de copa…
PAULA. Hacer juegos malabares con tres sombreros de copa es muy difícil… Se caen siempre al suelo…
DIONISIO. Yo aprenderé a bailar como bailas tú y como baila Buby…
PAULA. Bailar es más difícil todavía. Duelen mucho las piernas y apenas gana uno dinero para vivir…
DIONISIO. Yo tendré paciencia y lograré tener cabeza de vaca y cola de cocodrilo…
PAULA. Eso cuesta aún más trabajo… Y después, la cola molesta muchísimo cuando se viaja en el tren…(DIONISIO va a sentarse junto a ella.)DIONISIO. ¡Yo haré algo extraordinario para poder ir contigo!… ¡Siempre me has dicho que soy un muchacho muy maravilloso!…
PAULA. Y lo eres. Eres tan maravilloso, que dentro de un rato te vas a casar, y yo no lo sabía…
DIONISIO. Aún es tiempo. Dejaremos todo esto y nos iremos a Londres…
PAULA. ¿Tú sabes hablar inglés?
DIONISIO. No. Pero nos iremos a un pueblo de Londres. La gente de Londres habla inglés porque todos son riquísimos y tienen mucho dinero para aprender esas tonterías. Pero la gente de los pueblos de Londres, como son más pobres y no tienen dinero para aprender esas cosas, hablan como tú y como yo… ¡Hablan como en todos los pueblos del mundo!… ¡Y son felices!…
PAULA. ¡Pero en Inglaterra hay demasiados detectives!…
DIONISIO. Nos iremos a La Habana.

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